La yuca se destaca entre los cultivos alimentarios por su notable versatilidad y abundancia de usos. Con más de 200 productos diferentes destinados al consumo humano, la alimentación del ganado y aplicaciones industriales, su potencial no tiene límites.
En África occidental y central, donde la yuca tiene el estatus de alimento básico y cultivo comercial, su impacto repercute en toda la economía y genera millones de empleos anualmente. El mundo culinario no es inmune a su atractivo, ya que chefs innovadores elaboran continuamente platos deliciosos que traspasan los límites de la creatividad.
Estas creaciones culinarias no sólo tentan las papilas gustativas, sino que también alimentan un floreciente sector del turismo gastronómico local y una industria de exportación, con recetas de inspiración africana que encuentran su hogar en restaurantes de Europa, América, América del Sur y Asia.
Los embajadores de la yuca han asumido el papel crucial de defender el potencial sin explotar de la cadena de valor de la yuca y educar a las comunidades sobre su utilización adecuada como alimento básico y cultivo comercial. Con una apasionada dedicación a llenar este vacío, nuestra iniciativa se compromete a presentar y educar constantemente a la región sobre los innumerables usos de la yuca. A través de nuestro compromiso inquebrantable, nuestro objetivo es empoderar a las comunidades para que aprovechen todo el potencial de la yuca, desbloqueando oportunidades para el crecimiento y el desarrollo sostenibles.
La yuca es considerada como uno de los cultivos más antiguos, su domesticación comenzó hace unos 5.000 y 7.000 años en la selva amazónica (Allem, 2002). Actualmente, la yuca se cultiva en 105 países de todo el mundo y, aunque se utiliza predominantemente para el consumo humano en todo el mundo, su utilización varía mucho según las regiones (FAO, 2017; Latif y Mller, 2015).
En los países tropicales y en desarrollo, la yuca tiene importancia nutricional y económica. Alimenta a entre 500 millones y hasta mil millones de personas en todo el mundo y es el cuarto cultivo básico en términos de calorías después del trigo, el arroz y el maíz (estadísticas de la FAO, 2017; Latif y Muller, 2015). Las variedades de yuca se clasifican comúnmente en 2 categorías: dulces y amargas según la concentración de glucósidos cianogénicos en el cultivo. La yuca dulce contiene niveles bajos de glucósidos cianogénicos (100 ppm), mientras que las variedades amargas contienen niveles más altos de potencial cianogénico. El potencial cianogénico no se correlaciona directamente con el amargor de la planta (Bechoff, 2017). Los altos niveles de glucósidos cianogénicos requieren un proceso de desintoxicación exhaustivo para reducirlos a niveles seguros (Montagnac, Davis y Tanumihardjo, 2009b).
La yuca, un cultivo versátil, se cultiva de forma independiente o en conjunto con cultivos complementarios como maíz, plátano, diversas hortalizas o legumbres. En toda África Oriental, la yuca goza de una larga tradición como alimento básico, fuente de nutrición vital y contribuyente clave a la seguridad de los ingresos, especialmente entre los pequeños agricultores. Este cultivo se cultiva predominantemente en Tanzania, Uganda, Ruanda, Kenia y Burundi.
¡No cometer errores! Hay una revolución de la yuca en el África subsahariana. A la luz del cambio climático predominante, los expertos en seguridad alimentaria y nutricional, los gobiernos, los socios para el desarrollo y las organizaciones no gubernamentales están aprovechando el potencial de los cultivos de raíces para empoderar a los pequeños agricultores de las comunidades rurales y brindar seguridad alimentaria y nutricional. La Feria y Festival Comercial de la Yuca de África Oriental, edición de Kenia, se complace en tomar la iniciativa en la promoción del cultivo, el procesamiento y el consumo de este cultivo tradicional de alto valor en la región.
Liberar la seguridad alimentaria: el papel de la yuca
En la búsqueda de la seguridad alimentaria mundial, la yuca emerge como un héroe silencioso que ofrece soluciones sostenibles para alimentar a las comunidades de todo el mundo. Con su notable adaptabilidad a diversos climas y suelos, la yuca es un cultivo resiliente capaz de prosperar en condiciones difíciles en las que otros alimentos básicos pueden fallar.
La ventaja de la yuca
1.Potencia nutricional: Más allá de su naturaleza resistente, la yuca tiene un aporte nutricional y sirve como fuente vital de energía, carbohidratos y vitaminas y minerales esenciales. Rica en fibra, vitamina C y folato, desempeña un papel crucial en la lucha contra la desnutrición y la promoción de la salud en general.
2. Resiliencia climática: a medida que el cambio climático se intensifica, no se puede subestimar la importancia de los cultivos resilientes. La capacidad de la yuca para resistir la sequía, el calor y las malas condiciones del suelo la convierte en un salvavidas para los agricultores que enfrentan patrones climáticos impredecibles, salvaguardando la producción de alimentos frente a la adversidad.
3. Aplicaciones versátiles: desde platos tradicionales hasta innovaciones modernas, la yuca ofrece una infinidad de posibilidades culinarias. Ya sea molido para convertirlo en harina para hornear, hervido como guarnición o procesado en bocadillos y bebidas, su versatilidad lo convierte en una piedra angular de las tradiciones culinarias de todo el mundo.
Empoderar a las comunidades
1. Oportunidades económicas: Al cultivar yuca, las comunidades abren oportunidades económicas que se extienden mucho más allá de la puerta de la granja. Desde los pequeños agricultores hasta las empresas de procesamiento de productos agrícolas, la cadena de valor de la yuca crea empleos, estimula las economías locales y fomenta medios de vida sostenibles.
2. Soberanía alimentaria: La yuca permite a las comunidades tomar el control de su suministro de alimentos, reduciendo la dependencia de las importaciones y garantizando el acceso a alimentos básicos nutritivos producidos localmente. Al fortalecer la soberanía alimentaria, la yuca sienta las bases para sistemas alimentarios resilientes y autosostenibles.
3. Gestión ambiental: como cultivo de bajos insumos con mínimo impacto ambiental, la yuca se alinea con los principios de la agricultura sostenible, promoviendo la biodiversidad, la salud del suelo y la conservación del agua. Al elegir la yuca, adoptamos un enfoque más ecológicamente responsable en la producción de alimentos.